The Legend of Billy the Kid - The Young and Dangerous Gunslinger of the Wild West

La historia del viejo oeste norteamericano está repleta de relatos sobre pistoleros, vaqueros, indios y hombres de la ley. Sin embargo, algunas de estas historias se han vuelto famosas y sus personajes se han convertido en auténticas leyendas del oeste.

Billy the Kid: Un forajido legendario

William Bonney, más conocido como Billy the Kid, es uno de los criminales más famosos de la historia. Gracias a su juventud, audacia y violencia, sus hazañas son relatadas hasta el día de hoy.

A pesar de haberse hecho un nombre en el salvaje oeste, Billy nació en Nueva York en 1859. Allí vivió su infancia y su nombre de bautismo era Henry McCarty. Sin embargo, con la muerte de su padre, su familia se mudó a Indiana, donde su madre volvió a casarse. Más tarde, se dirigieron hacia el oeste. Pero cuando Billy tenía 14 años, su madre murió de tuberculosis en Nuevo México. Ahí, el joven huérfano comenzó a cometer pequeños delitos y, junto con un amigo, terminó siendo arrestado por robo.

Los barrotes de la cárcel no pudieron retener a Billy por mucho tiempo y el chico terminó escapando de las garras de la ley. Fue la primera vez que el joven fugitivo huyó a Arizona, donde empezó a actuar como un ladrón de caballos. Fue en este lugar donde cometió su primer asesinato. Billy tuvo una pelea en un bar con un matón local, llamado "El Guerrero Franciscano". Durante la pelea, el chico fue arrojado al suelo y, para evitar que Francis le robara el arma, Billy le disparó en el estómago. Algunos testigos dijeron que fue en defensa propia, pero a partir de ese momento, Billy se convirtió en un fugitivo buscado por asesinato.

El joven delincuente regresó a Nuevo México, pero casi muere en el desierto cuando los indios apaches le robaron su caballo y lo dejaron a pie en medio de la nada. A su retorno a Nuevo México, fue contratado por el inglés Joe Johnston, un rico ganadero emergente que trató a Billy con respeto y sabiduría, algo que el joven había visto poco en su vida. Sin embargo, el inglés tenía una gran disputa con la élite del condado de Lincoln y las tensiones entre los grupos rivales aumentaron rápidamente.

La guerra del condado de Lincoln

John Tunstall, el mentor de Billy, fue asesinado por pistoleros contratados por sus enemigos. La gente y los hombres de Tom Style clamaban por justicia, pero los hombres de la ley, incluyendo al Sheriff William Brady, estaban al servicio de la élite local. Para vengar la muerte de su jefe, Billy y sus colegas junto con algunos ciudadanos formaron un grupo llamado "Los Reguladores". Así comenzó la guerra del condado de Lincoln.

Los Reguladores persiguieron a los hombres responsables de la muerte de Joe Johnston y, en el proceso, Billy y sus camaradas eliminaron a los asesinos de su jefe. Instruyendo al Sheriff Brady y su ayudante, considerados matones de la élite local, murieron en una emboscada el 14 de junio de 1878.

Una batalla encarnizada entre Los Reguladores y las fuerzas del nuevo Sheriff George W. Peppin tuvo lugar. Este conflicto se conoció como la batalla del lincoln. El tiroteo en la ciudad duró unos cinco días y Los Reguladores parecían estar ganando la batalla. Sin embargo, el sheriff recibió refuerzos militares del ejército del Fuerte Stanton y logró acorralar a Billy y a sus compañeros en un edificio.

El edificio donde Los Reguladores se atrincheraron fue completamente rodeado y luego incendiado. Billy the Kid se ofreció como distracción, atrayendo así la atención de los soldados y ciudadanos que rodeaban el edificio, dando a sus compañeros una pequeña oportunidad de escapar. Muchos de sus colegas murieron en la batalla de Lincoln, pero Billy y algunos amigos lograron escapar con vida.

Debido al gran número de personas involucradas en la guerra del condado de Lincoln, se decretó una amnistía para los crímenes cometidos durante el conflicto. Sin embargo, el nombre de Billy no estaba entre los amnistiados, por lo que continuaba siendo considerado un forajido buscado.

Billy the Kid intentó negociar con el gobernador Lew Wallace su amnistía ofreciendo testificar en el caso del bárbaro asesinato de un renombrado abogado. William Bonney se entregó y testificó en el tribunal del jurado, tal y como se había acordado. Sin embargo, la amnistía prometida no se llevó a cabo y Billy fue encarcelado hasta que logró escapar de la prisión.

No se supo nada de Billy the Kid durante algún tiempo, pero no pudo mantenerse alejado de los problemas por mucho tiempo. En una taberna de Nuevo México, apareció un hombre que parecía estar vigilando. El chico notó la inquietud del sujeto y se acercó amistosamente, elogiando el hermoso revólver del hombre. Billy pidió echar un vistazo a esa joya, y el hombre no se opuso.

William Bonney se dio cuenta de que el arma solo tenía tres balas en su tambor, por lo que le devolvió el arma al hombre. Sin embargo, el hombre apuntó traicioneramente el arma a la cabeza de Billy y le disparó. Pero el chico astuto había colocado el tambor del revólver de manera que una de las cámaras vacías fuera la siguiente en dispararse. Billy no tuvo piedad y disparó al agresor en la cabeza.

El fin de Billy the Kid

El gobernador de Nuevo México decretó una recompensa de $500 para quien llevara al criminal William Bonney ante la justicia. No pasó mucho tiempo antes de que el nuevo Sheriff de Lincoln, Pat Garrett, decidiera convertir en su misión la captura de "Billy the Kid". El sheriff y sus hombres se las arreglaron para acorralar a Billy y a sus compañeros restantes y llevarlos ante la justicia, donde serían juzgados y colgados por la muerte del Sheriif Brady.

Esta vez, todo indicaba que era el fin del pistolero. Bajo la constante vigilancia de dos diputados, la horca parecía su destino. Sin embargo, gracias a su astucia y violencia, Billy logró escapar una vez más, dejando dos víctimas más a su paso.

Pero el Sheriff Pat Garrett estaba decidido a no dejar que este chico se le escapara de las manos otra vez. Los rumores de que Billy se escondía en casa de un amigo en común con el sheriff llevaron a Pat Garrett a preparar una emboscada. Durante la noche, Billy entró en la casa de su amigo y vio a un hombre en las sombras. El chico preguntó quién estaba allí, y fue entonces cuando el sheriff reconoció la voz de Billy y le disparó en el pecho.

Este fue el final del bandido más famoso del viejo oeste. Billy the Kid solo tenía 21 años el día de su muerte. A pesar de su corta carrera delictiva, la fama del joven bandido ya se había extendido por todos los Estados Unidos y las leyendas sobre él solo lograron hacer que el mito del joven pistolero se fortaleciera aún más.

Legado de Billy the Kid

En las décadas siguientes, se escribieron decenas de libros y se hicieron películas que relataban las aventuras del joven pistolero, retratándolo a menudo como un héroe. Billy the Kid dejó una huella imborrable en la historia y se convirtió en una verdadera leyenda del viejo oeste.

Resumen del artículo

Preguntas frecuentes

¿Cuál fue el primer asesinato de Billy the Kid?

Billy cometió su primer asesinato en un bar de Arizona durante una pelea con un matón local conocido como "El Guerrero Franciscano".

¿Cuándo murió Billy the Kid?

Billy the Kid murió el día de su cumpleaños número 21, cuando fue asesinado por el Sheriff Pat Garrett.

¿Qué pasó con los demás miembros de Los Reguladores?

Muchos de los miembros de Los Reguladores murieron durante la guerra del Condado de Lincoln, mientras que otros lograron escapar con vida.

¿Billy the Kid intentó negociar su amnistía?

Sí, Billy the Kid trató de negociar su amnistía con el gobernador de Nuevo México, pero a pesar de haber cumplido su parte del trato, no se le concedió la amnistía.

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Espero que hayas disfrutado de este artículo sobre Billy the Kid, uno de los forajidos más famosos del viejo oeste. Si estás interesado en leer más sobre la historia y los mitos del viejo oeste, te invito a echar un vistazo a mis otros artículos relacionados.

Nos vemos en el próximo artículo. ¡Hasta pronto!

Alex M.

¡Hola! Soy Alex, un apasionado de la mitología que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar y explorar distintas culturas y sus mitos. Desde joven, me sentí atraído por historias de dioses, héroes y criaturas fantásticas que alimentaban mi imaginación y curiosidad. Con el tiempo, desarrollé un amor especial por la mitología nórdica y egipcia, aunque siempre he estado ávido de descubrir otras tradiciones.

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