Metatron es una figura angelical en la tradición judía. Según la angiología, pertenece a la clase de los serafines, quienes se encuentran en la cima de la jerarquía celestial y, por lo tanto, están más cerca de Dios. No hay consenso sobre el significado de su nombre, y la ausencia del sufijo «el» en su nombre es algo singular. Metatron es representado frecuentemente con tres pares de alas y es considerado el príncipe de los serafines, lo que otorga autoridad sobre los demás ángeles.
Metatron es considerado el arcángel más poderoso y es el único ser celestial que tiene acceso directo al lado de Dios. Por eso, se le considera el portavoz de Dios. Incluso es más fuerte que Miguel, el arcángel guerrero que derrotó a Lucifer. Una de las misiones de Metatron es servir como intermediario entre Dios y los hombres, coordinando y supervisando las actividades de los demás ángeles y arcángeles. Aunque Metatron tiene acceso ilimitado al trono de Dios, no responde a las súplicas y peticiones de los fieles.
Referencias en las Sagradas Escrituras
La referencia más famosa a Metatron se encuentra en el Talmud, el conjunto de textos sagrados y libros utilizados por el judaísmo rabínico. Cuando el rabino Elíseo fue permitido entrar al cielo, se encontró con el resplandor de Metatron sentado allí. El rabino pensó que había dos autoridades en el cielo: Dios y Metatron. Como resultado, Metatron fue castigado y recibió 60 golpes de un palo en llamas para demostrar que estaba por debajo del Creador.
Metatron también es referido en el Libro de Enoc, según algunas interpretaciones. En este libro, Enoch, el padre de Matusalén, se convirtió en el ángel más cercano al Señor. Metatron también es llamado el «ángel de la vida y de la muerte» debido a su gran influencia en el Árbol de la Vida de la Cábala judía. Aunque el nombre de Metatron no está explícitamente escrito en la Biblia, algunas tradiciones lo identifican como el ángel que luchó con Jacob antes de su reunión con su hermano Esaú. También se dice que fue el ángel responsable por imponer las diez plagas a los egipcios, tal como se describe en el Libro del Éxodo.
Símbolos y adoración
Los adeptos de la mística hebrea utilizan el «cubo de Metatron», una estructura geométrica sagrada compuesta por 13 círculos, como instrumento de protección y para ayudar en la comprensión de la realidad. Este símbolo es considerado una herramienta poderosa en la espiritualidad judía.
Si bien Metatron no es tan reconocido como los tres grandes arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, juega un papel prominente junto al trono del Señor, sirviendo como su escriba divino y tomando nota de todas las obras y pecados de los hombres. Por ser la figura celestial más poderosa y estar bajo el dominio de Dios, Metatron es uno de los ángeles más respetados por aquellos que están interesados en la angelología.
Resumen del artículo:
Figura Angelical | Metatron |
---|---|
Clase Celestial | Serafín |
Poderes y Autoridad | Príncipe de los serafines, portavoz de Dios, acceso ilimitado al trono celestial |
Referencias Bíblicas | Talmud, Libro de Enoc, Libro del Éxodo |
Símbolo Sagrado | Cubo de Metatron |
Preguntas frecuentes
¿Metatron es considerado el arcángel más poderoso?
Sí, Metatron es considerado el ángel más poderoso y se le atribuye autoridad sobre los demás ángeles.
¿Qué papel juega Metatron en la religión judía?
Metatron sirve como intermediario entre Dios y los hombres, tomando nota de todas las obras y pecados de los hombres.
¿Cuál es el símbolo sagrado asociado a Metatron?
El símbolo sagrado asociado a Metatron es el «cubo de Metatron», una estructura geométrica compuesta por 13 círculos.
¡Gracias por leer este artículo sobre Metatron en rincondelmito.com! Si te interesa la mitología y los seres celestiales, te invitamos a leer nuestros artículos relacionados. ¡Hasta la próxima!
¡Hola! Soy Alex, un apasionado de la mitología que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar y explorar distintas culturas y sus mitos. Desde joven, me sentí atraído por historias de dioses, héroes y criaturas fantásticas que alimentaban mi imaginación y curiosidad. Con el tiempo, desarrollé un amor especial por la mitología nórdica y egipcia, aunque siempre he estado ávido de descubrir otras tradiciones.