Yo era el rey de la ciudad de Atenas y el monarca tuvo varias esposas, pero ninguna logró darle un hijo varón como heredero, y esto fue motivo de gran tristeza y preocupación para el rey. El rey decidió hacer una visita al oráculo de Delfos, ya que era el lugar donde los griegos buscaban respuestas a las más diversas preguntas. Preguntó a la pitonisa, que era una sacerdotisa de Apollo capaz de prever el futuro, qué debía hacer para tener por fin un hijo varón. Como era habitual, lo que le dijo la pitonisa, Egeo, fue demasiado oscuro y enigmático para el rey, que no pudo descifrar ningún sentido de lo dicho por el oráculo.
Así que el rey de Atenas partió de vuelta a casa, decepcionado por no haber encontrado la respuesta que tanto buscaba. De regreso a casa, Egeo se alojó en el palacio del sabio rey Piteo, un amigo del rey ateniense desde hacía mucho tiempo. Egeo le contó a su amigo la revelación hecha por la pitonisa, y el astuto Piteo entendió la profecía de inmediato. Comprendió que Egeo tendría un hijo con la primera mujer con la que se acostara de camino a casa.
En posesión de esta información, el rey de Trecén embriagó a su anfitrión y le ofreció a su hija para que se acostara con Egeo. Embriagado por el alcohol y la lujuria al ver a tan bella mujer, el ateniense no pudo resistir sus deseos y se entregó a sus pasiones. Esa misma noche, la princesa Etra fue visitada por el espectro de la diosa Atenea. La diosa le dijo que Atrax debía ir a la playa y hacer una ofrenda a los dioses, y así el hijo que esperaba sería bendecido por los dioses.
La princesa puso sus pies en las aguas del mar y ofreció su ofrenda a los dioses. De las aguas del mar surgió Poseidón, el dios de los mares, ante la sorpresa de la princesa, que quedó maravillada ante tan magnífica divinidad. Poseidón puso su mano en el vientre de Atrax y le dijo que aquel niño alcanzaría glorias tan grandes como las de los hijos de Zeus. El dios se uniría a la princesa, y el niño nacido del vientre de Atrax sería el hijo de Egeo y de Poseidón.
Al día siguiente, otra revelación llegó a Egeo sobre su encuentro con los dioses y que éstos habían bendecido al niño que naciera de esta unión. Pero, por supuesto, prefirió no revelar todos los detalles. Egeo se alegró mucho por la noticia, pero temió por la seguridad del niño, ya que el rey tenía muchos enemigos. Por lo que dijo que, si el niño era varón, no debía decir a nadie quién era el padre. Egeo levantó una gran piedra y bajo ella colocó sus sandalias y su espada, diciendo que cuando su hijo tuviera la fuerza para levantar esta piedra, la reina debería enviarlo a Atenas para que asumiera su posición como príncipe de la ciudad.
Nace un niño hermoso y fuerte, su nombre era Teseo. Fue criado por un sabio abuelo que lo modeló para ser un verdadero héroe. Cuando Teseo era todavía un niño, Hércules visitó el palacio de su abuelo. Al oír que Hércules había llegado, tan pequeño, Teseo y sus amigos corrieron al encuentro. Hércules había dejado su capa de piel de león en un sillón. Los niños, que se apresuraron a entrar a la habitación, estaban aterrorizados porque se trataba de un león de verdad. Pero el joven Teseo parecía no tener miedo. Sacó la daga del guardia que hacía la seguridad del palacio y atacó al león.
Hércules soltó una gran carcajada al ver que el muchacho se abastecía de la piel del león. Y dijo que con ese corazón, el nieto de Piteo estaría destinado a tener su nombre marcado en las estrellas. Un día, Hércules y Teseo se convertirían en grandes amigos y juntos se enfrentarían a varios retos.
A los 16 años, Teseo decidió que era el momento de intentar levantar la piedra donde se habían escondido sus sandalias y su espada. Gracias a su gran fuerza, levantó la piedra con facilidad, dejando al descubierto las pertenencias de su padre. Se puso las sandalias del rey y le dijo a su madre que se iba a Atenas. Su abuela le ofreció un barco para llevarlo al puerto de Pireo, pero Teseo replicó diciendo que no sería un honor llegar a la casa de su padre sin polvo en sus sandalias y sangre en la hoja de su espada. Desestimó la cortesía ofrecida por su abuelo y tomó el camino hacia su destino.
Tabla de Contenidos
- Introducción
- El Oráculo y la Profecía
- El Encuentro con Poseidón
- La Revelación de Egeo
- La Infancia de Teseo y su Encuentro con Hércules
- El Desafío de Levantar la Piedra
Preguntas Frecuentes
1. ¿Por qué Egeo consultó al oráculo de Delfos?
Egeo consultó al oráculo de Delfos porque quería encontrar una respuesta sobre cómo tener un hijo varón como heredero.
2. ¿Qué hizo Egeo con la profecía del oráculo?
Egeo no pudo entender la profecía del oráculo, por lo que decidió no revelar todos los detalles y ocultar la identidad del padre del niño.
3. ¿Cómo descubrió Teseo su verdadera identidad?
A los 16 años, Teseo decidió levantar la piedra que contenía las pertenencias de su padre y se dio cuenta de su verdadera identidad al encontrar las sandalias y la espada.
4. ¿Por qué Teseo rechazó el barco ofrecido por su abuela?
Teseo rechazó el barco ofrecido por su abuela porque consideraba que no sería un honor llegar a la casa de su padre sin polvo en sus sandalias y sangre en la hoja de su espada.
5. ¿Cuál fue el destino de Teseo?
El destino de Teseo era convertirse en príncipe de Atenas y enfrentar grandes desafíos junto a su amigo Hércules.
Gracias por leer este artículo sobre la historia de Teseo y su origen divino. Si quieres descubrir más mitos y leyendas, te invitamos a explorar nuestros otros artículos relacionados. ¡Hasta la próxima aventura mitológica!
¡Hola! Soy Alex, un apasionado de la mitología que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar y explorar distintas culturas y sus mitos. Desde joven, me sentí atraído por historias de dioses, héroes y criaturas fantásticas que alimentaban mi imaginación y curiosidad. Con el tiempo, desarrollé un amor especial por la mitología nórdica y egipcia, aunque siempre he estado ávido de descubrir otras tradiciones.